Desafíos y oportunidades

Por Eduardo Neira

Presidente de AstraZeneca y de la Cámara Argentina de Especialidades Medicinales  (CAEMe).

La industria farmacéutica de innovación es, por definición, un sector que trabaja para el futuro. Solo así se puede invertir hoy en una molécula que, tras pasar largos y complejos estudios y pruebas, recién podrá llegar al mostrador de la farmacia en 10 o 12 años.

Es por eso que más allá de las condiciones que marca la coyuntura, creemos que hay oportunidades para seguir mejorando la cadena de valor de la industria farmacéutica y contribuir con el sistema de salud a través del abastecimiento constante y confiable de productos que mejoran la calidad de vida de las personas.

La industria farmacéutica no está al margen de las dificultades que enfrenta la economía en su conjunto. Entendemos que hay variables que deben ordenarse para que la industria pueda trabajar al máximo de su potencial. No queremos subsidios o facilidades particulares; sabemos cómo ser eficientes en un marco estable y previsible.

A lo largo de la última década, nuestras compañías se han afianzado cómo líderes en investigación de farmacología clínica en el país. Son responsables por el 95 por ciento de los protocolos de farmacología clínica que aprueba la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). Se trata de una actividad que solo es posible con una sólida regulación, profesionales altamente capacitados, e inversión constante.

Sólo en 2013, la cifra alcanzó a 400 millones de dólares. Creemos que tenemos un amplio camino de crecimiento en esta actividad. Hay múltiples ejemplos de distintos países que han hecho de los estudios clínicos una herramienta para la captación de inversiones, la transferencia de tecnología y la generación de empleo de alta calidad. Desarrollar  y fomentar iniciativas de medicina traslacional es clave en este proceso.

Creemos firmemente que la Argentina tiene en la investigación una gran oportunidad, y queremos contribuir a hacer realidad esa promesa. Muchas de nuestras empresas han realizado o están llevando adelante proyectos con el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. Es un camino a profundizar.

La investigación es un requisito esencial para mejorar la salud. Al dar un salto en salud, estamos más cerca del desarrollo.

Este enfoque científico implica elevar la vara, del mismo modo en que entendemos que la producción de medicamentos debe cumplir con los  altos parámetros  de calidad y seguridad. Apoyamos el cumplimiento de regulaciones rigurosas – en línea con los estándares internacionales – para el registro de productos. Esta es una condición para que especialidades medicinales elaboradas en el país – tanto por compañías internacionales como locales – aseguren la calidad de los tratamientos que ofrecen a los pacientes argentinos y puedan comercializar sus productos en terceros mercados.

Sabemos que nos esperan grandes desafíos. Pero podemos convertirlos en grandes oportunidades.